martes, 10 de febrero de 2009

Sueño.

Y entre, la habitación era blanca, muy iluminada por las inmensas cristaleras, cuando mis ojos se acostumbraron a la luz por fin pude ver lo que esa habitación guardaba, un gran piano de cola. Dudaba entre salir de la estancia o quedarme contemplando ese magnifico piano... Decidí irme, pero, de pronto escuche una melodía procedente del piano, me di la vuelta y allí estaba el, tocando una hermosa melodía que empañaba de tristeza hasta el ultimo hueco de mi corazón... Me acerque para contemplarlo mas de cerca, tan hermoso... De sus ojos brotaban pequeñas lagrimas que no llegaban a caer, el parecía no darse cuenta de que yo estaba allí...

No, no quería que estuviera así... No quería verlo triste nunca....

De la nada apareció un violín en mis manos, con su arco correspondiente, al instante supe que hacer... Dirigir la melodía. Me coloque el violín en el hombro y empecé a seguir su propia melodía sin partitura alguna, poco a poco redirigí la melodía hacia otra mas alegre, mas feliz... Y supe, que yo tocaría junto a el, hasta el mismo instante en el que la melodía dejara de sonar.

jueves, 5 de febrero de 2009

Aun quedan lagrimas.

Una lagrima se desliza por mi cara, llega a mi barbilla y cae irremediablemente sobre el teclado en este mismo instante, un atisbo del pasado me hace recordar, ponerme a mirar fotos cuya existencia debió ser destruida en el mismo instante que podrían hacerme daño, recuerdos de ese alguien que para mi fue mas que una simple persona... Le debo mucho, tanto para bien como para mal...

Y ahora, aquí sentado mientras las lagrimas se deslizan por mi cara, sin remedio alguno, cuando puedo llegar a controlar el silencioso llanto, me paro y pienso en el presente... En el ahora y sin mas remedio mis lagrimas vuelven a brotar de mis ojos para caer nuevamente encima del teclado, debería parar ya, me obligo a parar, pero no puedo, una fuerza extraña que emana de mi interior me anima a seguir mi deshidratación, gota por gota, lagrima por lagrima, segundo a segundo...

Y lo único que necesito es que alguien lea estas palabras, me diga que todo esta bien, aun que sea mentira y un abrazo, si, necesito un abrazo, supongo que todos necesitamos un abrazo al fin y al cabo, todos necesitamos ser queridos y me pregunto cuando me llegara a mi ese momento, fracaso tras fracaso, ya me desanima seguir así, querría que no se necesitara siempre ese algo mas para poder sentirte completo, sentir que importas a alguien, y ahora me siento solo, frió y mojado por las lagrimas que continúan cayendo desde mis ojos al escritorio, que quizás debería sacar un pañuelo y limpiarlo, pero simplemente, no tengo ganas.

Todo esto por una llamada... Que tengo asumido, que hoy... No va a ser realizada.